23 agosto, 2006

Todo sigue igual

Después de unos meses sin añadir ninguna entrada a este blog, dando tiempo para que los hosteleros empezaran a concienciarse y a actuar, volvemos para declarar que "todo sigue igual"... o peor.
Como ya sabéis todos, la legislación da dos posibilidades a los locales de más de 100 metros: o hacer una reforma que separe el ambiente de fumadores del de no fumadores o declarar el local "libre de humos". Así de sencillo.
A sólo 9 días de que se cumpla el plazo de que disponen para adaptar este tipo de locales a las condiciones exigidas por la ley, la mayoría de los locales siguen sin separar el espacio de fumadores y no fumadores.
Y no sólo eso sino que, tal como demuestran algunas declaraciones aparecidas hoy en el periódico Ideal de Granada, algunos empresarios llegan a unos extremos inimaginables en su cerrazón y empecinamiento.
Así por ejemplo la propietaria de la cafetería Sol y Nieve de Granada declaraba al citado periódico: "antes de hacer la reforma cierro".
El encargado de la cafetería El Tren declaraba "yo lo tengo bastante claro, como mi local tiene más de cien metros, lo que haré será reducirlo. Inhabilitaré una zona con un tabique y el bar será para fumadores". Como lo leéis, prefiere invertir en levantar un muro y reducir el tamaño de su bar antes que invertir en adaptarlo y dar así la oportunidad de disfrutar de su local a fumadores y no fumadores.
El argumento del coste económico que les supone la adaptación de sus locales se cae por su propio peso: no tienen por qué hacer ninguna obra; les queda la opción de declarar simplemente su local como "libre de humos". El temor de perder su clientela en la mayoría de los casos es infundado, así lo demuestran los locales que hasta la fecha han optado por colgar el cartel de "prohibido fumar". Pueden preguntárselo, por ejemplo, a las cafeterías Casa Isla de Granada. Entrad en alguno de sus locales y comprobad que su clientela sigue siendo absolutamente fiel. El secreto es ofrecer un buen servicio al cliente y el buen servicio es un concepto mucho más completo y complejo que simplemente dejar fumar o no a los clientes.
A algunos hosteleros les preocupa mucho este tema mientras descuidan por completo otros, como, por poner sólo un ejemplo, el hecho de contratar personal temporal no cualificado que no puede prestar a los clientes el servicio profesional mínimamente exigible.

[Algunos datos han sido extraidos de El Ideal, Granada, 22 de agosto de 2006. http://www.ideal.es/granada/]

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