09 febrero, 2006

¿Qué pasa con las pastelerías?

Hace unos días una amiga me decía que, si tenía problemas con el humo del tabaco, lo mejor que podía hacer era ir a desayunar a una cafetería-pastelería porque allí era seguro que no iban a permitir fumar. Mi buena e ingenua amiga, se basaba en que el artº 7. l de la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo prescribe expresamente que no se podrá fumar en "Áreas o establecimientos donde se elaboren, transformen, preparen, degusten o vendan alimentos". Esto le hacía pensar que una cafetería donde además se elaboraran y vendieran pan y pasteles forzosamente iba a declararse zona de no fumadores.

Desgraciadamente la práctica no es así y son pocas las pastelerías de ese tipo donde no se permite fumar. Nos constan varias en Granada capital (La Rosa de carrera del Genil, Casa Isla de la misma calle y la de la rotonda del Palacio de Deportes), pero ninguna por el momento en la zona del área metropolitana donde vivo y trabajo. Particularmente en La Zubia y en Huetor Vega me constan varios locales donde se vende pan y que exhiben sin ningún pudor en sus escaparates el dichoso cartelito de "Aquí se permite fumar".

No sé qué sentido comercial les mueve a ello pues realmente es desagradable entrar a comprar pan a un local apestado de nicotina y no creo que ni siquiera a ese 30 por ciento de la población que se declara fumadora esté muy de acuerdo en añadir ese sabor al "pan nuestro de cada día".

1 comentario:

Anónimo dijo...

En primer lugar quiero expresar mi enhorabuena por la iniciativa de este blog. Es vital que los escasos locales que han tenido el coraje de optar por un ambiente libre de humos cuenten con la suficiente publicidad para que los no-fumadores podamos elegir uno de ellos frente a los que permiten el consumo de tabaco.

Yo tampoco soy un ultra del no fumar, pero visto que al final resulta casi imposible encontrar un bar o cafetería libre de humos, en vez de pasar y seguir entrando en cualquier establecimiento, procuro elegir uno donde no se pueda fumar.

Por eso precisamente ahora voy más asiduamente a desayunar a Casa Isla, aunque me pille algo más retirado; de la misma manera que ya no compro ningún producto en Panhuétor (panadería de Huétor Vega donde ilegalmente se permite el consumo y la venta de tabaco). Simplemente me gasto mi dinero en otros negocios donde me venden el pan sin contaminar.
Lo dicho, enhorabuena, y en cuanto descrubra algún sitio más de no fumadores os lo haré saber.
¡Seguid adelante!